Soba (蕎麦)
- barakalberto
- 22 oct 2017
- 2 Min. de lectura

Soba (蕎麦) es la palabra japonesa para el trigo sarraceno (alforfón), sin embargo, se utiliza más comúnmente para referirse a los fideos finos empleados en la cocina japonesa elaborados con harina de dicho grano. Los soba se comen fríos durante el verano, mojándolos en un salsa especial y acompañándolos con cebolleta y wasabi. Como la salsa se conserva durante meses en la nevera y los tallarines se cuecen en apenas un minuto, es fácil improvisar una comida ligera y refrescante cuando el calor es tal que ni te apetece comer ni cocinar.
Hacer tallarines soba comestibles a la primera es sencillo, aunque los grandes cocineros japoneses especializados tienen que hacerlo durante años antes de llegar al nivel de perfección que se les exige. Los míos serán más toscos y cortos, pero con un poco de esfuerzo (y es que la masa es bastante dura y te hará sudar) obtendremos una pasta con una textura muy agradable y que invita a morder. Y además de sabrosa, es nutritiva gracias a la harina de trigo sarraceno.
Necesitarás un bol grande para hacer la mezcla inicial y un rodillo para extender la masa (si tienes una máquina de pasta el laminado y cortado será mucho más sencillo y preciso).

INGREDIENTES PARA 750 GR. DE TALLARINES:
400 gr. de harina de trigo sarraceno eco.
100 gr. de harina de fuerza eco.
250 gr. de agua.
1) Mezclamos las harinas en el bol y echamos 2/3 del agua (unos 160 gr.). Revolvemos con las manos hasta que la mezcla tenga el aspecto de migas de pan.
2) Echamos el resto del agua y mezclamos con las manos. La masa se irá amalgamando poco a poco, aunque el principio será quebradiza.
3) Pasamos la masa a la encimera y amasamos durante 5 minutos. La masa se irá volviendo cada vez más suave. Si a los 3 minutos ves que la masa se resquebraja mucho, mójate las manos y sigue amasando.
4) Al cabo de los cinco minutos, haz una bola y aplánala.
5) Echa un poco de harina de sarrraceno en la encimera y sobre la bola y comienza a extender el rodillo hasta obtener una lámina muy fina. Hazlo tranquilamente y sin agobiarte. La masá irá cediendo poco a poco sin pagarse al rodillo a la encimera (si usas máquina de pasta, divide la masa en trozos y estira en varias tandas, empezando con el máximo grosor y terminando con uno de 1,5 mm).

6) Con la masa ya extendida (será bastante grande), echa harina de sarraceno en la superficie y extiende con las manos.
7) Dobla la masa por la mitad. Vuelve a espolvorear con harina de sarraceno y dobla de nuevo. Repite un tercer doblado.
8) Vete cortando tiras finitas con un cuchillo afilado. Guarda los tallarines en un túper y reserva para cuando vayas a cocinar.
9) Para cocinar los tallarines ten a mano un escurridor. Cuece en agua abundante la pasta durante unos 40-50 segundos. Echa en el escurridor y ponlos bajo un chorro de agua fría durante 1 minuto.
10) Escurre bien y coloca en un plato.

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