Guiso de patatas con níscalos
- barakalberto
- 13 dic 2018
- 2 Min. de lectura

Los níscalos con patatas son un plato de origen campesino, lo que se puede notar en sus ingredientes provenientes de la tierra. La protagonista de esta receta son los níscalos, populares por su delicioso sabor. Estas setas crecen cerca de bosques de pinos y son muy delicadas. Las setas son alimentos con un gran contenido de agua, por lo que tienen poca cantidad de calorías. Uno de sus componentes principales es el ergosterol. Esta sustancia, gracias los efectos del sol, se transforma en vitamina D; se trata de un nutriente que contribuye a la eficiente absorción del calcio y el fósforo en el organismo. El níscalo (Lactarius deliciosus) es una seta comestible muy común en la península Ibérica. Se conoce con distintos nombres según la zona: níscalo o mízcalo o nízcalo en Castilla, níscalo o robullón en Andalucía, rovelló o pinatell en Cataluña, robellón u hongo royo en Aragón y esne gorri o ziza gorri en Euskadi.
INGREDIENTES

300 gramos de níscalos.
500 gr. de patatas.
2 cebolletas y un puerro.
1 pimiento verde.
1 puñado de perejil.
4-5 dientes de ajo.
Guindilla roja.
1 vaso de vino blanco.
Aceite de oliva virgen extra.
Agua o caldo.
1-2 hojas de laurel.
1 cucharada de pimentón dulce.
Pimienta negra y sal.
Limpiamos bien con un paño o bajo el grifo los níscalos, y en todo caso, con un cuchillo raspando las partes más sucias de tierra.Picamos muy finamente un par de cebolletas tiernas, un puerro y un pimiento verde. Ponemos a pochar las cebolletas y los puerros en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva, a los 10 minutos añadimos el pimiento verde. Mientras tanto, en una sartén ponemos 4-5 dientes de ajo muy picados y unos aros de guindilla roja.

Antes de que lleguen a dorarse lo ajos, añadimos a la sartén los níscalos partidos en trozos regulares. Les damos varias vueltas, añadimos un puñado de perejil picado, subimos el fuego y lo tenemos salteando 5 minutos. Apartamos la sartén del fuego y volvemos a nuestra cazuela donde teníamos pochando las verduras. Volcamos el contenido de la sartén en la cazuela, salpimentamos y añadimos un vaso de vino blanco. Dejamos reducir y cuando no quede casi líquido añadimos las patatas chasqueadas, una o dos hojas de laurel, una cucharada de café de pimentón dulce, cubrimos de agua y bajamos el fuego y lo dejamos hacerse lentamente durante 30 minutos. Lo ideal sería pasarse esos 30 minutos dándole a la cazuela un ligero vaivén para que el caldo fuera engordando poco a poco. Pero si quieren evitar ese trabajo, a falta de cinco minutos para el final, saquen unos trozos de patata a un plato, aplástenlos con un tenedor e incorporen ese puré a la cazuela. Muevan durante esos cinco minutos que faltan y listo, otros cinco minutos de reposo y tendremos un extraordinario plato de cuchara.

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