Tortilla española o de patatas
- barakalberto
- 22 oct 2017
- 4 Min. de lectura

La tortilla de patatas o tortilla española es uno de los platos más conocidos y emblemáticos de la cocina española, siendo un producto muy popular que se puede encontrar en casi cualquier bar o restaurante de España.
La patata es una planta originaria de América del Sur, y fue conocida por los españoles de mano de los incas. Los incas llamaban a la planta papa en quechua. En las crónicas de Indias se tiene documentado que en 1519 ya se conocía la tortilla de huevo tanto en Europa, por los conquistadores españoles, como en América al menos por los aztecas, quienes la preparaban y vendían en los mercados de Tenochtitlán; en esos textos la tortilla de Mesoamérica solía referirse como «pan de maíz», por lo que la alusión a la «tortilla de huevo» se realiza sin confusión:
... " Venden huevos de gallinas y de ánsares, y de todas las otras aves que he dicho, en gran cantidad; venden tortillas de huevos hechas. Finalmente, que en los dichos mercados se venden todas cuantas cosas se hallan en toda la tierra..."
Segunda carta de relación de Hernán Cortés.
..."Carne y pescado asado, cocido en pan, pasteles, tortillas de huevos de muy distintas aves. Es innumerable el mucho pan cocido y en grano y espiga que se vende, juntamente con habas, judías y otras muchas legumbres..."
Historia general de las Indias, Francisco López de Gómara.

Las patatas deben estar más cocidas que fritas (mejor en aceite de oliva), y se deben dejar en remojo con el huevo batido un poco para que se empapen y adquieran la consistencia adecuada. Además del huevo y las patatas generalmente lleva también cebolla, dependiendo de la zona o del gusto de cada uno. En cualquier caso conviene escurrir bien de aceite las patatas antes de mezclarlas con el huevo. A veces se emplea un plato especial para darle la vuelta con objeto de que se haga por ambas partes por igual. Puede ser elaborada cuajando el huevo por completo o dejando el huevo semicuajado, gruesa o fina, recién elaborada o reposada. Se puede comer en plato, en bocadillo (denominado bocadillo de tortilla española), en tapa o en pincho.
ELABORACIÓN:
Lo primero que necesitamos son los ingredientes: patatas, huevos, cebolla, sal y aceite. Debemos usar buenos ingredientes, las patatas deben estar prietas nunca blandas y harinosas, los huevos frescos y si son de corral mejor, buenas cebollas y aceite de oliva suave.

Tenemos que hacernos con una buena sartén con el antiadherente en buen estado para que no se nos pegue, un consejo es solo utilizarla para hacer tortillas y huevos fritos. Todo el proceso de elaboración se hace a ojo y es casi imposible hacer una tortilla de patata con cantidades exactas. Lo importante es que la proporción entre los ingredientes sea correcta. Una regla que puedes usar si te gusta cuajada es la siguiente: por cada patata del tamaño de un puño cerrado pon un huevo y si te gusta muy jugosa por cada 3 patatas pon 4 huevos o 5 si son pequeños. Siempre es mejor en caso de duda pecar de poner un huevo de más que de menos.

En primer lugar debemos pelar y cortar las patatas, hay personas que prefieren cortarlas en rodajas finitas y otras en dados, lo importante es que todas tengan un tamaño parecido para que tarden el mismo tiempo en hacerse. Una vez cortadas le echamos buen puñadito de sal y las ponemos en aceite muy caliente. Ahora cortamos la cebolla en trozos no demasiado pequeños, la cantidad de cebolla va en gustos, desde los que no les gusta y no la ponen o ponen una cebolla pequeñita, hasta los que les gusta mucho y ponen una o dos cebollas por tortilla dependiendo del tamaño de las cebollas y tortilla de patata, tendrás que ir probando para dar con la fórmula que más te guste.

Llega el momento de freír la patata en abundante y caliente aceite. El punto de cocción debe estar entre fritas y cocidas, casi frita pero no del todo crujiente. Así no corres el riesgo de que te quede cruda y se escurrirá mejor todo el aceite. Cuando esté casi cocinada la patata echaremos la cebolla, con 3 minutos bastará para que esté lista, aunque aquí también cada maestrillo tiene su truquillo y muchos la fríen junto a la patata desde el principio.
Mientras se fríen las patatas podemos ir batiendo los huevos en un bol y añadiremos a estos una pizca de sal. Para que salga muy esponjosa separamos las yemas de las claras y montamos estas hasta su punto de nieve, también podemos añadirle una cucharita de levadura y conseguiremos el mismo efecto. Si lo que queremos es que esté más jugosa le añadiremos un chorrito de leche fría.


Cuando estén listas las patatas las escurrimos muy bien del aceite para que no quede aceitosa y las echamos en los huevos bien batidos y dejamos reposar la mezcla 10 minutos así conseguiremos que la patata se empape bien y adquiera la consistencia adecuada. El huevo deberá cubrir la patata y la cebolla. Ahora ponemos una cucharada de aceite en la sartén bien limpia y cuando esté muy caliente vertemos la mezcla y dejamos que se haga 1 o 2 minutos dependiendo de que nos guste más o menos cuajada.
También tenemos que tener a mano un plato con el que vamos a dar la vuelta a la tortilla de patata y este debe ser siempre más grande que la sartén para no tener problemas en el momento


de darla la vuelta y que tanto miedo nos da, debemos hacer un movimiento rápido y con seguridad, de forma firme y decidida. Ponemos éste sobre la sartén y lo sujetamos con fuerza con una mano mientras que usamos la otra para darle la vuelta agarrando por el mango. Ahora sólo nos falta volver a poner la tortilla en la sartén para que se termine de cuajar por el otro lado. Esto nos llevará 1 o 2 minutos si nos gusta jugosa y 2 o 3 minutos si nos gusta más cuajada. Pasamos la tortilla a un plato limpio y ¡Listo!
Con estos pequeños trucos conseguirás disfrutar de una sabrosa tortilla de patata, ahora ya sólo te queda practicar.

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