Conejo al ajillo
- barakalberto
- 17 dic 2017
- 3 Min. de lectura

El conejo al ajillo es todo un clásico y para mi la mejor receta que existe con esta carne, queda espectacular, y más sencillo no puede ser. Yo la acompaño con espárragos verdes, cebada perlada y un buen trozo de pan para mojar en la salsa, que queda untuosa y muy sabrosa, una delicia; aunque acompañado de unas patatas fritas también está estupendo este plato de conejo. El consumo de conejo ha disminuido mucho en nuestro país y es bastante injusto porque es una carne sanísima, sin nada de grasa y muy economica que puedes cocinar de mil formas diferentes y que de cualquier manera queda riquísima, así que te animo a consumir de modo habitual esta carne, ya verás como te gusta.
No hay muchas ocasiones que nos encontremos con recetas de carne como esta, en los que con pocos ingredientes y una mínima preparación, conseguimos un sabor inolvidable. El sabor del ajo está muy presente en la receta pero de una manera elegante, sin resultar excesivo. Os encante o no el ajo, es una receta que seguro incorporaréis a la lista de vuestras “preferidas”.

Ingredientes:
1 conejo cortado en trozos pequeños.
1 cabeza de ajos.
1 rama de tomillo y 1 manojo de perejil.
1 vaso de vino fino de jerez.
Aceite de oliva virgen extra.
sal y pimienta recien molida.
Elaboración del conejo al ajillo:

1. Comenzamos por aderezar el conejo con sal y pimienta, y lo dejamos reposando hasta que lo cocinemos.
2. Pelamos los dientes de ajo, unos 8-10 suelen traer las cabezas.
Para que suelten más sabor vamos a estallarlos ligeramente. Bastará con presionar sobre el diente de ajo con el cuchillo, hasta que oímos que se rompe. Reservamos.
3. En una cazuela ancha y plana, vertemos aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio. En cuanto coja temperatura, añadimos la mitad de los dientes de ajos y bajamos a fuego bajo.
4. Queremos que los ajos se vayan tostando poco a poco, soltando todo su sabor al aceite pero sin que se arrebaten o pasen de punto.
5. Tenemos que controlarlos y que en ningún momento lleguen a quemarse. Tras 5-6 minutos podemos retirar los dientes de ajo, que reservamos para más adelante.
Cocción del conejo y presentación final:
Subimos ahora el fuego y en cuanto el aceite esté caliente comenzamos a freír el conejo vuelta y vuelta. Cocinamos hasta que vemos que están bien doraditos los trozos de carne.
Vertemos ahora el vino y dejamos que cueza para que se vaya evaporando el alcohol. Pasados 5 minutos se habrá formado una salsa entre el aceite, el vino y los jugos que fue soltando el conejo.
Incorporamos de nuevo los dientes de ajo que teníamos reservados, y opcionalmente podemos añadir alguna hierba fresca aromática. Yo le he añadido un pequeño ramillete de tomillo fresco que le queda perfecto a los guisos de conejo.
Tapamos y cocinamos a fuego medio durante 20 minutos. En ese tiempo la salsa se irá espesando y adquiriendo una textura ligeramente cremosa. A mitad de cocción podemos darle la vuelta a alguna pieza de carne que sobresalga de la salsa.
Cuando falten unos minutos para retirar el conejo del fuego añadimos unos ajos y perejil bien picaditos. Dejar que se cocine en el propio jugo.
Servir y a disfrutar de este plato tan nuestro.

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