Guacamole (100% natural)

Fácil de elaborar y ríquisimo para acompañar multitud de platos, el guacamole forma ya parte de esas salsas "clásicas" difíciles de clasificar con una personalidad propia indiscutible. Sencilla en sus ingredientes no requiere mucho tiempo y el resultado es extraordinario.

El guacamole es una salsa propia de México creada por los aztecas y preparada a base de aguacates. El nombre guacamole proviene del náhuatl "ahuacamolli" traducido al español, que se compone de las palabras "Ahuacatl" (aguacate) que parece inspirado por la forma de pera del fruto y su superficie irregular, ya que significa "testículo" + "molli" (mole o salsa). Se trataba, en sus orígenes, de una salsa espesa de aguacate (también conocido como avocado o palta), y agua, a la que se la agregó posteriormente otros ingredientes. La receta moderna y básica del guacamole consiste en moler hasta tener una mezcla uniforme, en un mortero, la pulpa de aguacates; agregando cebolla, tomate concassé (tomate en cuadraditos) , chile verde y cilantro fresco (picados finamente). Creando una mezcla de color verde claro y trocitos rojos, la cual se condimenta con sal, pimienta y unas cucharadas de zumo de lima.

En la cocina mexicana se usa como salsa picante para acompañar todo tipo de tacos, tortas y otros guisos, la mayoría con una base de carnes rojas. Además se emplean dos tipos de guacamole, el totalmente molido y el que tiene trozos de aguacate, el primero se le denomina de forma popular como "aguamole", que es el que normalmente se sirve en taquerías populares o puestos ambulantes de comida. El que tiene trozos suele ser más caro y sirve para acompañar platos de carne frita o a la plancha. La carne de las variedades más aceitosas de aguacate son más recomendables para hacer el guacamole, mientras que las variedades más magras mantienen cierta firmeza y aguantan bien en rodajas para ensaladas.

Agregar zumo de lima, además de darle mejor sabor, previene que el guacamole se descolore o se oxide, tomando un sabor y color poco agradable; al igual que dejar una semilla de aguacate en la mezcla. En realidad la presencia de oxigeno es la que produce la oxidación y se previene tapando la mezcla para disminuir la exposición al aire. En el caso del puré de aguacate, esto significa apretar directamente el plástico contra su superficie.

Ingredientes:

2 aguacates maduros.
1/2 cebolleta.
1/2 tomate moruno.
2 cucharadas de zumo de lima.
1/4 chile verde.
1 cucharadita de puré de cilantro fresco.
sal y pimienta.
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina (opcional).

Elaboración:

Utilizar un mortero o cuenco hondo.

Paso 1:

Triturar la cebolla finamente y el tomate en concassé. Reservar. Picar el chile muy fino y triturar el cilantro hasta convertirlo en puré. Abrir y sacar la pulpa de los aguacates. Poner los aguacates en el mortero o cuenco cortados en trozos. Machacar los aguacates sin triturarlos excesivamente.